Balal, es un joven iraní de 20 años que fue condenado a muerte por un asesinato que cometió a los 13, Pero la historia dio un vuelco hoy cuando era justo la hora de su muerte en la horca. En los últimos segundos los padres de su víctima decidieron cambiar su ejecución, por un bofetada.
La escena es estremecedora. Se ve al joven subir a la horca con los ojos tapados por una venda, también cuando le colocan la soga y luego se ve a la madre de la víctima que a último momento decide subirse para pegarle la bofetada con la que queda perdonado y se salva de la muerte. Ambos terminan llorando.
Qué difícil tomar una decisión así, pero tal vez los padres con el dolor que sentían decidieron perdonar dando una segunda oportunidad. Es admirable porque cualquier persona se dejaría llevar por el resentimiento y no perdonaría. Y al joven un respiro profundo de seguir vivo y porque no decirlo estar agradecido que le hayan perdonado la vida.
Recordemos que estos días de Semana Santa !son grandes! para recordar a nuestro Señor Jesús. Por su acción, esta madre será bendecida por siempre.
Sólo estando en los mismos zapatos de la madre podríamos saber si estuvo bien o mal lo que hizo el joven, quién sabe en qué condiciones se dio el homicidio y ¿si lo hizo por proteger a la familia? sólo ellos lo saben.