NIÑA DE COLORES

Lupita Librito

De Izq. a der: Elena Salazar Martínez, “Lupita” y Ma. Miriam Porras Adame

PresentaciónLibritoLupita

Es un placer para mí, contarles una corta historia de una niña de nombre “Guadalupe del Rosario Sánchez Urquijo” de quien recientemente supe de su existencia a través de una presentación de un Mini Libro escrito por María Miriam Porras Adame, quien muy atinadamente le puso por nombre NIÑA DE COLORES. Elena Salazar Martínez es la que diseño en acuarela la portada.

LOS LIBRITOS

Esta mini historia es grande en su contenido y es contada con sencillez que seguramente conmoverá a alumnos y maestros y público en general.  Tiene un costo de sólo $30.00 por librito y los ingresos serán donados a Lupita para ayudarla en sus estudios.

La primera vez que vi a Lupita en esta presentación,  me causó mucha ternura y todavía no había leído su vida.  Una chiquilla adolescente, que siempre obtuvo las mejores calificaciones en la escuela, fue una niña ejemplar en su comportamiento con todo y los tropiezos que encontró en su camino.

Comienza el recorrido de su vida a sus 5 años de edad.  Su madre los abandonó a ella y a sus 5 hermanos varones, por estar su madre implicada en las drogas. A su padre nunca lo conocieron.  El DIF sólo a ella la recogió, el resto de sus hermanitos fueron recogidos por el tío-hermano de su mamá.  Ahí comenzaron sus penalidades.  El DIF la mandó a un albergue por 2 años, fueron de terror por los malos tratos que le dan a las criaturas en esos lugares.  Había niños de todos los matices, abandonados, violados, ultrajados y demás.  Para una niña tan pequeñita de 5 años, fue difícil  salir adelante.  Mal comía, dormían todos en bola en mismo cuarto,  sin diferencias de sexo, ni distinción de edades. Los mayores abusaban de las menores.  Nadie decía nada.  Todos trabajaban en la limpieza del cuarto, no importando su edad.  Así ella comenzó a aprender de estos quehaceres y a tratar de sobrevivir inevitablemente.

Al cumplir 7 años, le dan la noticia de que será adoptada. De momento, siente miedo a lo desconocido, pero en el fondo le da alegría tener la oportunidad de tener un hogar  y otra vida mejor que la que llevaba ahí, aunque extrañaría un poquito el albergue.

Se preguntaba ¿por qué su madre los había abandonado y porqué nunca la visitó nadie y de dónde estarían sus hermanos?  ¿Si existían más albergues o era el único?, mientras avanzaban y se alejaban del albergue.  Poco se habló en el carro y llegaron al domicilio que sería su nuevo hogar. Le enseñaron su nuevo cuarto, que le parecía hermoso.  La inscribieron en una escuela y comenzaba su nueva vida.

Comenzó a ser la mejor alumna, disfrutaba de todo por mínimo que fuera.  Pasó un año sin problemas, ayudaba en la casa y siempre hacía lo mejor que podía su tarea. Llegando a ser la mejor alumna.   De pronto, comenzó la incertidumbre, la pareja con la que vivía tenía muchos pleitos entre sí y siempre terminaban mencionando su nombre.  ¿Ahora qué pasaría con ella? Comenzó a perder peso, y a perder las ganas de vivir sin descuidar la escuela.  La señora empezó a maltratarla como desquitándose con ella.  Ya ni dormir bien podía.  El señor también comenzó a gritarle e insultarla sin motivos.  Ya iba a cumplir 8 años y estaba por terminar el tercer grado de primaria.  Decidió cambiar su actitud de limpieza y de sumisa,  a ver si así la regresaban al albergue.   La señora le dio algunas cachetadas en respuesta a su rebeldía.  Un día, el señor como la señora entran de improviso a su cuarto y le anuncian que se arregle rápido porque la devolverán al albergue.  Esto la llenó de alegría y rápido recogió lo que le permitieron estas personas.   Al día siguiente temprano salían.  Sabía que habían hecho 3 horas para llegar del albergue a esa casa, ese tiempo debía ser el de regreso. Mas no fue así, se tardaron mucho más tiempo y el rumbo era desconocido, cuando de pronto ve un letrero que dice Guaymas.  Moría de miedo a ¿dónde la llevaban?

Llegan a un edificio muy feo y maltratado, se estacionan y le piden baje.  Le temblaban las piernas y el cuerpo, no podía ni bajarse del carro, la señora la empuja hacia la puerta de entrada y el señor toma su maleta y la avienta en la entrada. Sale una señora mal encarada, todo está viejo y mal oliente.  La siguen empujando hacia adentro.  Escucha que le dicen a la señora mal humorada que se la llevan porque es una niña mala, irrespetuosa y sucia.  La mujer voltea mirándola y dice: “no se preocupen aquí la educaremos”   Le dan una palmadita en la espalda y desaparecen.  Llega una persona por ella, recoge la maleta y la llevan hacia un cuarto grande, donde se encuentra con 16 adolescentes durmiendo, olía horrible, estaba muy sucio y obscuro.  Le leen el reglamento.  Sentía que el mundo se le caía encima, sintió enfermarse del puro susto. Deseó morir en ese mismo instante.

Pasan algunos días, le toca dormir con una niña un poco mas chica que ella, que casi no habla, eso le ayuda mucho a sentirse bien con ella.  Al cumplir una semana, le informan que ya está inscrita en la escuela de la colonia y que comenzarán sus clases. Estaba feliz de comenzar otra aventura con gente nueva en esa escuela.  Vuelve a ser la mejor alumna, comienza a tener nuevas amigas, cuando la señora Sonia la mujer mal humorada la manda llamar y le dice que no comprende por qué le hablaron tan mal de ella, que es una excelente chica, que la va a poner a que le ayude a coordinar a las niñas más pequeñas del cuarto, para que lo mantengan limpio.  Esto le agradó mucho y con bastante entusiasmo ejerció su nueva autoridad. Comenzó a verse mejor el lugar.  La querían mucho, sin embargo, no era feliz, siempre le daba vueltas en la cabeza, dónde estaban sus hermanos y por qué a ella la separaron de todos. Todo iba bien, cuando de pronto le avisan que hay una pareja que quiere adoptarla.  Casi se muere al conocer esa nueva situación.  Se dijo a sí misma, me haré la enferma, para que no me adopten por enfermiza.  Comenzó a comer todos los días hielos y se enfermaba de las anginas y así se la pasó, se componía y otra vez y el tiempo iba pasando y la adopción se abortó porque pensaron que gastarían mucho dinero en estarla llevando con médicos.  Le dio mucho gusto que ya no la adoptaran, aunque tampoco la vida en el albergue era una gloria, pero prefería eso a atravesar por otra circunstancia como la anterior.

Pasó el susto, cuando corren a la mal encarada Sonia, que ya se había hecho su amiga y entra Eloísa, otra mujer totalmente innovadora de todo y con nuevas ideas y le salen con que 15 de las chicas de ese albergue, serán llevadas a un albergue de un pueblo indígena. Una de esas 15 era Lupita. Que había que acortar el presupuesto y que ellas nunca habían sido buscadas por ningún pariente.  Las trasladan a pesar de sus lágrimas y reclamos. Llegan a un lugar, muy pobre, con muchísimas carencias, con más tristezas y menos personas con quien convivir.  Sólo la mantienen en ese lugar un año porque escogen a 3 niñas que se irán a otro albergue por falta de presupuesto y nuevamente es elegida Lupita. La trasladan al albergue donde sus padres adoptivos la habían llevado años atrás, Hermosillo, lugar donde también vivió con los padres adoptivos, pero que nunca conoció por pasársela encerrada en la casa y en la escuela.

El albergue ahora tenía muchos jóvenes e igualmente, los acomodaban a todos juntos revueltos irresponsablemente, sin importar el sexo. Todos los albergues eran iguales. Se vivía con desconfianza, con personas malas y grosera, uno que otro bueno, ya estaba acostumbrada a esa triste vida.  Nuevamente, otra escuela pero ahora estaba dentro del mismo albergue.  Pronto terminaría la primaria y el albergue es el que escogería la secundaría, no ella.  Terminó con sólo dieces.

La mandaron a estudiar a una Secundaria Técnica.  Ya tenía casi 13 años, le emocionó mucho comenzar otro nivel de superación en su vida.  Nuevamente es la mejor estudiante. Se sentía feliz, “cuando” le avisan que la transferirán a un nuevo albergue.  Sentía que se moría, quería desaparecer, ¿por qué ella nuevamente?  ¿Por qué le quitaban todo lo que tenía ahora ahí? Lloraba día y noche, era una verdadera injusticia.  Nuevamente, gente nueva, costumbres diferentes, maltratos nuevos, escuela nueva, etc. tenía que hacer algo, sabía que contaban con Trabajadoras Sociales, ella quería quedarse en ese lugar, sabía que ese era su hogar realmente, buscaría su ayuda.

Se contactó con una Trabajadora Social Luisa, quien se interesó mucho en su caso, le contó todo lo que había pasado y que quería quedarse en Hermosillo, que la ayudara.  Que no tenía a nadie, que desconocía por completo dónde estaban sus hermanos y mucho menos su madre. Tenía 10 años de no saber nada de ellos. Prometió Luisa con la información que le dio Lupita, tratar de encontrar a algún pariente de ella antes de que se la llevaran.

Le informan que ya tienen la fecha en que partirá. Se pone desesperada, no sabe qué hacer, busca de nuevo a la T.S. y le informa la mala noticia.  Luisa, se preocupa mucho y comienza a llamar por el directorio telefónico a todas las personas que tenían el apellido de Lupita, días y noches enteras, hasta que encuentra a un señor que dice saber quién es Lupita, que él es hermano de su mamá.

Lupita en vez de alegrarse, se asusta, no sabe si será bueno irse con ellos, pues nunca la buscaron.  Luisa se presenta con ellos, les cuenta todo lo que le ha pasado Lupita y deciden adoptarla.  Se presentan, pero les avisan que se apuren a hacer los trámites porque está por ser trasladada a otra ciudad.  Lupita acepta ser adoptada por ellos, la visitan y se siente contenta.  Le informan que ellos saben dónde se encuentran sus hermanos.

En diciembre del 2012, Lupita sale felizmente del albergue. Conoce a sus primos, con los que vivirá, la observan con curiosidad.  Se comienza a sentir feliz.  Es una adolescente tranquila, buena, estudiosa y trabajadora, no es una carga para sus tíos.  La llevan a ver a sus hermanos, todos están bien y hermosos, la ven como una extraña, pero se siente feliz.

Tiene ya 14 años e insiste en encontrar a su madre, quiere que aparezca para tener junto con su madre y hermanos un hogar. Tiene ya un año con sus tíos y no puede tener más felicidad que la que ellos le han brindado con mucho amor. Sigue obteniendo excelentes calificaciones quiere estudiar Ingeniería Bioquímica.

Recientemente, encontró a su madre, que vivía en condiciones deplorables causadas por el vicio en el abuso de las drogas.  Continúa frecuentándola con la ilusión de que acepte una rehabilitación.  Visita a sus hermanos aunque continúan separados. Aún así, tiene el anhelo de que vendrá un día en que vivirán juntos, ella, su madre y hermanos.

Al final de la ceremonia, me acerqué a Lupita después de comprar su Mini Librito y haber escuchado un breve resumen de éste, la abracé y con los ojos llenos de lágrimas, le dije que cómo desearía haber tenido una hija como ella, que teniendo a una madre como la que tuvo, ella la sigue amando sin rencores, que Dios la iba a bendecir más de lo que la había bendecido y le di un beso y le dije que con gusto la hubiera adoptado de haber sabido que existía.

En verdad, que Lupita es un ejemplo maravilloso de amor, que no tuvo pretextos de ningún tipo para dejar de amar y respetar a su madre y ser una excelente alumna aún con todo lo que vivió a su corta edad. Siento un gran respeto y cariño por  Lupita y quise a través de mi blog, que todos mis conocidos y desconocidos la conocieran, porque vale ORO y que sirva de ejemplo a tantos hijos ingratos con sus padres y mal agradecidos con la vida que les tocó vivir.

Autor entrada: spirita

2014.

2 comentarios sobre “NIÑA DE COLORES

    María Miriam Porras Adame

    (2 octubre, 2013 -4:14)

    Gracias amiga, el expresarte de esta forma de la mini novela, hace que Lupita reciba las vibras positivas de la emoción auténtica que percibió en tus palabras.
    un abrazo

      spirita

      (2 octubre, 2013 -5:21)

      María agradezco inmensamente sus porras. !Dios me las bendiga…!

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